La educación sexual empieza en casa


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Hablar sobre sexualidad, educar a nuestros hijos, marcarles valores debería ser una prioridad para todos los padres de esta sociedad.

Pero hablar de sexo en casa no es tan fácil como parece, aunque tengamos en claro que el cuento de la cigüeña ya no tiene vigencia. Nuestros hijos que viven en una sociedad fuertemente marcada por la información requieren otras verdades. La accesibilidad a la información es amplia y variada, cualquiera de nuestros hijos sabe navegar por internet pero lo cierto es que tal vez no está capacitado o maduro para comprender lo que lee ó tal vez no pueda discernir entre lo científico y lo falso.

Saber cuál es la respuesta adecuada para cada edad, cuál es el momento para comenzar a introducirlos en el tema es muy difícil. ¿Habrá un día, un lugar para charlar, debemos esperar a que ellos pregunten ó tengan curiosidad? Muchas dudas nos apremian. ¿Sabremos educar a nuestros hijos si nosotros somos producto de una pobre educación sexual ?¿Cómo podremos ayudarlos, explicarles, orientarlos en sus decisiones y a la vez tomar con naturalidad la sexualidad de nuestros hijos?.

Todos estamos de acuerdo que la educación sexual debe ser abordada en el colegio, pero no debemos delegar SOLO en los docentes este tema tan importante para nuestros hijos. Cuándo docentes, padres y médicos comienzan a discutir cuándo y como abordar la educación, que conceptos deben o necesitan saber, en qué momento es cuándo las historias personales, culturales, sociales y religiosas empiezan a emerger.

Como padres debemos tener siempre presente que la educación sexual de nuestros hijos debe ser NUESTRA RESPONSABILIDAD y preocupación. No podemos esperar que el docente o un médico en el ámbito escolar o de su consultorio eduque. Solo, y dado el corto tiempo de intervención, podrá informar y tratar de que el niño/a adolescente tenga a su disposición los criterios necesarios para decidir.

Muchas veces veo pacientes de 10-11 años que concurren a la consulta en compañía de su madre. Al interrogarla sobre el motivo de consulta, la madre contesta - "se la traigo para que le explique todo". ¿Qué es todo?: ¿la Menstruación? ¿Los cambios físicos de la pubertad?. ¿querrá que le explique sobre el embarazo ó las relaciones sexuales? Después de ordenarme le pregunto -¿qué es lo que la niña sabe?. Rápidamente contesta - "nada, solo lo del colegio". Entonces, cuánto tiempo hemos perdido con esta niña, cuántas dudas arrastrará, qué es lo que le contaron y qué es lo que ella entendió o asimiló.

Comenzamos con la educación sexual de nuestros hijos desde que elegimos su nombre antes de nacer, ambientamos su cuarto, elegimos su ropa. Entre los 3 a 5 años aparecerá el interés mayor por los genitales y la diferencia de sexos. Aparecerán los juegos exploratorios. Es bueno acompañar las preguntas con respuestas claras, cortas, concisas usando nombres propios y dándole el correcto significado.La actitud adulta de horrorizarse o castigar sólo provoca culpa y marca lo sexual como algo prohibido. El niño pensará que "de eso no se habla" y callará desde niños sus inquietudes con respecto a este tema. Si por lo contrario nuestras respuestas son amables y cariñosas, reforzando que de todo se puede hablar con los padres lograremos que en la adolescencia confíen en nosotros.

La educación sexual de nuestros hijos debe ser un proceso ordenado, que se construye con años de trabajo a fin de transmitir conductas sana, hábitos saludables y reglas claras.

Mi consejo hoy para todos los que somos o seremos padres es desaceleremos por un momento el ritmo de nuestra vida cotidiana para mirar, explorar y repensar cuál es la mejor manera de hablar con nuestros hijos de estos temas.

Equipo Médico del Instituto